sábado, 23 de noviembre de 2013

Inglés, ¡por fin!



Tras casi cuatro meses por estas tierras puedo volver a hacer balance de mi nivel de inglés.

Las primeras dificultades de las que os hablé aquí han quedado ya superadas, y puedo decir que salvo en casos de desconocimiento de vocabulario, ya pillo todo lo que me dicen sin problemas. Es más, ha llegado un momento en que me entiendo perfectamente con los participantes de mi organización de acogida, que en su mayoría tienen problemas del habla y a quienes jamás pensé llegar a entender ni aunque hablasen castellano. Pero este exceso de confianza le ha dado la vuelta a la tortilla. ¿Cómo?

Al principio, cuando no entendía nada, si me decían algo siempre tenía que pedir que me lo repitieran. En muchos casos era en vano, y yo seguía sin entender. Por no alargar mucho la cosa decidí guiarme por la entonación de mi interlocutor, y responder conforme a ella. Cuando su tono era alegre, yo asentía y respondía “yeah, he, he”, pero cuando percibía fastidio, solidarizándome, torcía el gesto y respondía “puff, yeah…”. Y así fue hasta que se me acostumbró el oído a este extraño dialecto y empezamos a entendernos.

¿Pero qué pasa ahora? Pues lo contrario. A veces tengo la sensación de que en cuanto me relajo y dejo poner cuidado en la pronunciación… ¡Zasca! Me aplican mi técnica patentada.

Esto de ganar fluidez y naturalidad va a ser cosa de mucho tiempo. Por suerte aun me quedan 8 meses por delante.

Por lo demás, una vez que le hayáis cogido el truquillo a la pronunciación, que no os extrañe el hecho de que a los españoles nos digan que somos un poco pijos. Se debe a que muchas expresiones anglosajonas tienen equivalentes latinos, que para ellos son más formales, pero son más fáciles de recordar para nosotros. Por ejemplo, esto ocurre mucho con los phrasal verbs. Nosotros solemos decir “discover” en lugar de “find out”, o “investigate” en lugar de “look into”… Y el abuso de los términos latinos cuando existen otros anglosajones puede sonar un poco pedante. Antes de desvelar la razón de mi abuso de palabras de raíz latina había quien me miraba como pensando ‘Of course, she is a lawyer and has an university degree! Sofisticated girl!’. Pues no. Ya veis que es todo lo contrario.

Y ahora os preguntaréis: ‘¿Entonces puedo ir a Birmingham a practicar inglés?Para quienes queráis aprender o mejorar inglés, Birmingham puede ser mejor opción que Londres, puesto que cuando voy a esta última apenas hablo inglés. Hay millares de hispanohablantes allí. Sin embargo, el inglés que podáis practicar en Brum no es  ni de lejos el inglés estándar que te enseñan en la escuela y que es más fácil de oír en Londres. Valorad ambas cosas.

Los que necesitéis clases de apoyo en Birmingham podéis acudir a una de sus muchas academias, aunque son bastante caras. No obstante, existe la posibilidad de acudir a clases gratuitas aunque no en horarios muy buenos.

Mi consejo: La mejor manera de aprender un idioma es pasar una temporada totalmente sumergido en él. Si podéis permitíroslo no lo dudéis. Al principio se puede sufrir un poco pero merece la pena.

Os dejo alguna información, aunque hay muchísimos centros:


Un ejemplo de academia bastante cara aunque acreditada por el British Council:


Un centro donde se imparten cursos gratuitos:

sábado, 16 de noviembre de 2013

La comida en Birmingham: ¡fuera tópicos!



El reciente auge internacional de la cocina española parece haber vuelto algo prejuiciosos a muchos compatriotas que desprecian la comida extranjera y especialmente la de Reino Unido, que no tiene precisamente buena fama. Pero como todos los tópicos, este también es injusto.

Es cierto que cuando llevéis por Inglaterra una temporada echaréis de menos ciertas cosas que aquí no se consiguen fácilmente (o baratamente). Añoranzas al margen, hay que tener en cuenta que con algo tienen que llenar ese hueco los británicos. Así que aquí se utilizan otros alimentos que en España pueden resultar más secundarios. Por ejemplo, aquí hay arándanos o grosellas todo el año, en todos lados y a muy buen precio. Y no sé en Madrid, pero de donde yo vengo, eso no pasa. En fin, que es una buena oportunidad para acercarse a otros alimentos.

Otro tópico a desmontar: La comida típica en Inglaterra es fish and chips y baked beans. Es mentira. Reino Unido ha sido una potencia colonizadora y no se ha limitado a exportar el críquet a sus colonias sino que ha importado tradiciones culinarias de todo el mundo que, fusionadas con la propia, hacen de su cocina una de las más variadas.
Y en este punto os hablaré del plato típico de Birmingham: el Balti. Durante la segunda mitad del siglo pasado, inmigrantes Pakistaníes instalados en esta ciudad comenzaron a desarrollar una cocina influenciada por su cultura gastronómica pero diferente de la tradicional de sus lugares de origen. Así surgió una forma específica de curry propia de Birmingham. Es tan típica de Birmingham que cuando alcanzó la fama y se extendió a otros lugares, estos restaurantes se anunciaban como Brum Balti. Como ya he explicado, Brum es el otro nombre de Birmingham.
Esta variedad de curry está bastante buena, y lo digo yo que no soy muy apasionada del curry. Hay muchos restaurantes en los que podéis probarlo. Parece ser que la zona típica y originaria es la conocida como El triángulo del Balti y comprende Ladypool Road, Stoney Lane y Stratford Road.

No obstante, no dejéis de probar otras especialidades británicas como el queso Stilton o el de Chesire, el roast beef, el BLT sandwich, los Scotch eggs, el Welsh rarebit, el Yorkshire pudding, los bangers and mash, hash browns, toad in the hole… Eso sí, no os lo recomiendo para la operación bikini. ¿Dónde probar estas cosas? En cualquier típico pub inglés. Comida típica a precios asequibles. Y estad atentos porque ahora hay muchas promociones que incluyen la bebida con el menú, así que se acabó eso de ‘Sí, sí, la comida es muy barata pero en la bebida te tangan’.

Y ahora diréis: ‘Vale, pero todo eso sigue sin superar a nuestra cocina.’ Es cierto. Nada más lejos de mi intención que pretender que la cocina británica sea mejor que la española (y mucho menos más sana). Tan sólo quiero reparar una mala fama injusta. Y para eso me guardo un as en la manga: los dulces. Oh, yeah! Los dulces ingleses. ¡Qué dulces, Señor! ¡No tienen nada que envidiarnos en este terreno! Y con el cuento de que tras dos años de inactividad ha sido ponerme a trabajar y perder un par de kilos, ya tengo excusa para ponerme morada. De seguir así los recuperaré muy pronto a base de cookies, muffins, butterfingers, bagels, scones, Chelsea buns, banoffee pie, Devonshire splits, Battenberg cake, apple crumbleOh, my God! En mi último arrebato goloso decidí surtirme para el desayuno de este domingo. Sólo de pensar lo que me espera en la despensa…


[P.D: La comida que nos dan en la organización sí cumple con todos los tópicos de la comida inglesa o peor… ¡Es horrible! Pero ¿acaso no lo es toda la comida de rancho sea española o inglesa? Lo dicho, ¡no me seáis prejuiciosos!]

Turismo al estilo voluntario europeo y tour turístico en Birmingham

Veréis, una forma de hacer turismo muy extendida entre los VE consiste en recorrerse el país haciendo noche en las casas de otros voluntarios a los que se conoce gracias al On- arrival training. No sólo es turismo low-cost, sino que también es una buena forma de consolidar potenciales amistades.

Hace un par de semanas vinieron a mi casa mis queridas voluntarias de Newcastle y pasamos un fin de semana estupendo. Pero claro, el principal objetivo de un viaje de siete horas en bus es conocer la zona, así que me tocó hacer de guía turística.

Birmingham no es una ciudad muy grande. ¿Cómo es eso posible si es la segunda ciudad más grande de Inglaterra? Pues supongo que se debe a que el número de habitantes y la extensión de los barrios residenciales son enormes, pero lo que viene siendo el city centre… Te lo recorres en un día, y si me apuras, en una mañana. ¿No ves tan claro cómo condensar en tan poco tiempo esos puntos clave? Pues sigue leyendo.

Nos bajamos del bus en Broad Street,  la parada previa a los canales. Caminamos hacia el centro y a mano izquierda encontramos… ¡Pues eso! Los canales. En mi opinión son una parada obligada. La vista con más encanto de la ciudad. Ese lugar al que llevas a la gente y todos sueltan algo como “Pues no me importaría vivir aquí, la verdad”.  Un paseíllo por la zona y volvemos a Broad Street.  Seguimos caminando hacia el centro.


Los canales

Segunda parada, también a mano izquierda, la New Library en Centenary Square. ¿La biblioteca? Pues sí. No sólo es una de las más grandes y modernas de Inglaterra, sino que tiene varias terrazas a diferentes alturas desde donde obtener una buena panorámica de la ciudad.


The New Library

Salimos de la biblioteca y de nuevo hacia el centro. Llegamos al Museum and Art Gallery atravesando lo que anteriormente fuera la Central Library, ahora vacía, salvo por los bajos comerciales de la planta que atravesamos.


Birmingham Museum and Art Gallery

El museo, de entrada gratuita, se divide en dos partes. En una podemos admirar principalmente pintura del siglo XIX y la otra está dedicada a la historia de la ciudad, desde los primeros asentamientos hasta la actualidad. Aunque tiene obras importantes y de calidad en las que merece la pena detenerse, no es un museo muy grande, así que no os tomará mucho tiempo recorrerlo.

Al salir lo rodeamos y aparecemos en Victoria Square, plaza principal de la ciudad, con su escultura de la Reina Victoria y una enorme fuente rodeada por una escalinata por la que descendemos hacia New Street



Vista de Victoria Square y el City Council desde New Street

Esta es la calle con más animación de Birmingham, la zona comercial. No nos oponemos a la ley de la gravedad y dejamos que esta nos impulse calle abajo. Allí está el súper complejo comercial llamado The Bullring, conectado interiormente con Selfridges. ¿Pero Selfridges no está en Londres? Pues sí, pero hay un segundo Selfridges en Birmingham cuyo aspecto arquitectónico externo se ha convertido en emblemático de la ciudad.


Selfridges y  St. Martin

Seguimos bajando y llegamos a Saint Martin in The Bullring, la catedral. Y si seguimos a mano derecha encontramos el  Bullring Indoor Market, vamos, el mercado. Podemos atravesarlo o rodearlo pero acabaremos ante las asiáticas puertas del Arcadian o China Town.


Y eso es todo, que para un día es más que suficiente. Ahora toca relajarse tomando un chocolate caliente con nata en el Costa situado dentro de la tienda Forever21 de The Bullring, con vistas a la catedral o una sidra en The Green Room detrás del Arcadian, o volver hacia Broad Street y probar una English Ale en The Figure of Eight. Y si aún os quedan fuerzas podéis quedaros por la zona hasta altas horas de la madrugada porque allí es donde se concentra la movida nocturna.

Así fue cómo les enseñe mi ciudad a mis huéspedes y cómo las dejé exhaustas. No pasa nada, se tomarán la revancha en un par de semanas cuando yo vaya a Newcastle, pero eso ya os lo contaré…



jueves, 7 de noviembre de 2013

Escapadas III: Oxford



Hace un tiempo que no escribo, pero hay una explicación: ¡Días libres! Y una de las cosas que hice fue un poco de turismo. Esta vez, le tocó el turno a Oxford.

Oxford es una ciudad, pequeña, agradable y, como todos sabéis, universitaria. Por tanto tiene un ambiente que en España podría equivaler a Salamanca o Santiago de Compostela.

Me decidí a ir cuando por curiosidad encontré unos billetes de tren bastante baratos y no me lo pensé. Así que llegado el día me levante bien temprano y me fui a la estación. El trayecto es de una hora y cuarenta minutos aproximadamente.

Al llegar a Oxford os aconsejaría que al salir de la estación tiraseis para adelante y que no sigáis los carteles de ‘City centre’. Son un poco engañosos. Pero el hecho de seguirlos me llevo hasta la primera parada interesante: El Castillo de Oxford.

Desde allí, se llega fácilmente a las calles principales Queen Street y High Street. ¿Están ahí el Trinity College y la Bodleian Library? Pues no. Para eso tenéis que dirigiros a la paralela Broad Street, y os recomendaría que lo hicierais a través del Covered Market. Un pintoresco mercado cubierto donde encontrar puestos de comida, artesanía, accesorios…

Y llegados a Broad Street, sí, os encontrareis con el Trinity College. El precio de entrada de todos los colleges viene rondando las dos libras y no hay otra manera de librarse de pagarlas que siendo estudiante del College en cuestión o ir de acompañante de alguno.

Enfrente encontraréis el Museo de la ciencia. Gratuito, pequeño y algo caótico. Y a su lado la Bodleian Library. Sí, fans de Harry Potter, esa misma. Y justo detrás está la Cámara de Radcliffe.

Desde Broad Street, si seguís por Magdalen Street llegaréis al Ashmolean Museum, lleno de objetos curiosos, réplicas escultóricas y una pequeña pero interesante colección de pintura, con obras principales de los prerrafaelitas.

Por lo demás, os recomiendo que callejeéis un poco, que os maravilléis con el ambiente y la arquitectura, y que (por qué no) os compréis la típica sudadera por un precio que ronda entre las 12 y 18 libras. Descubrid algún rinconcillo como George & Danver en St. Aldate’s Street, donde reponer fuerzas con un Wafle Sundae, o una librería con todos los libros a dos libras, situada, si no recuerdo mal, en New Hall Inn Street.


domingo, 13 de octubre de 2013

La meteorología Birminghense

En mis primeras semanas por estas tierras me di cuenta de dos cosas: La primera, que el trending topic de las conversaciones inglesas es el clima, y la segunda, que todo el mundo cree que en España vivimos una especie de verano eterno.  ¿Cómo me di cuenta? Pues porque he tenido tantas veces la siguiente conversación que ya he perdido la cuenta.

Brummie: So, you are Spanish, ain't you? Well, we usually have bad weather here. Don’t worry, you’ll get used to it, but here it’s always rainy, cloudy and cold.
[Así que eres española, ¿no? Bueno, aquí suele hacer mal tiempo. No te preocupes, te acostumbrarás, pero aquí siempre llueve, está nublado y hace frío.]

Yo: Yes, where I live it’s the same.
[Sí, donde yo vivo es igual.]

Brummie: Ha, ha, ha, ha…

 Yo: No, this is not irony. I’m from the North and where I live it’s always rainy and cloudy and cold.
[No, no es ironía. Soy del norte y donde vivo siempre llueve, está nublado y hace frío.]

(Y me cuesta no añadir: And we neither say “olé” nor dance flamenco, joder! [¡Y no decimos “olé” ni bailamos flamenco, joder!])

A una norteña no se la asusta tan fácilmente con amenazas de mal tiempo. Pero estoy empezando a pensar que subestimé la meteorología de Birmingham. A ello pudo contribuir el hecho de que el día de mi llegada estábamos a 29º y con un 93% de humedad. Pero ya me advirtieron que eso era algo que sólo pasa una vez cada tropecientos años.

En fin, esto sólo lo entenderéis quienes veis Juego de Tronos o leéis Canción de hielo y fuego, pero yo suelo bromear con que Galicia es Invernalia. Donde, aún en pleno verano, el invierno parece no acabar de irse y por donde entran todos los temporales de la Península. Vamos, que en mi tierra nos pasamos el año diciendo aquello de que “se acerca el invierno” prácticamente desde el solsticio de verano, mientras apagamos las brasas de la noche de San Juan. A veces incluso hay inviernos que parecen durar 7 años.¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Pues ambas están interrelacionadas y de ellas se extrae una única conclusión: Si Galicia es Invernalia y Birmingham está al norte, Birmingham debe ser el Muro.
 Me siento como si estuviese haciendo un internship en la Guardia de la Noche, a lo que contribuye no sólo la climatología, sino también la condescendencia británica, una especie de mensaje no verbal que te transmiten con la mirada cuando preguntas por algo que para ellos es obvio pero para ti no tanto: “You know nothing, Jon Snow”.  Hasta me daban ganas de vestir el negro y pronunciar el juramento en alguna gélida noche de agosto. Sí, “gélida” y “agosto” en la misma frase.



“Night gathers, and now my watch begins…”

Bromas aparte, lo cierto es que la meteorología británica no es como muchos se imaginan. No es niebla y lluvia y todos los días del año. De hecho, es la meteorología más variada y cambiante que haya conocido y eso, en principio, no es malo. Lo malo es que todas las variaciones y cambios ocurren en el mismo día. Sí, en un sólo día pueden sucederse las cuatro estaciones del año.  Hoy, por ejemplo, puede amanecer soleado, a medio día hacer un frío que  pela y por la tarde caer un chaparrón del quince para pasar a una noche bochornosa. Eso hace a la meteorología inglesa única en su especie.

Mi consejo: Traed ropa de abrigo. Y si en las previsiones meteorológicas anuncian  buen tiempo, no os confiéis (salvo que sea muy buen tiempo) y vestiros por capas, así podréis adaptar vuestra temperatura corporal según la ambiental aumentando o disminuyendo el número de capas.

La explicación de por qué el tiempo británico es tan cambiante y por ello único en el mundo:

Birmingham BBC Weather. Os advierto que es incluso menos fiable que Meteogalicia, pero no hay británico que no la consulte varias veces al día:

domingo, 6 de octubre de 2013

El transporte no tan público en Birmingham



Quienes me hayáis leído ya habréis notado que me encanta UK. Como me dijo una de las chicas georgianas que conocí en mi On-arrival training, “Inglaterra siempre ha sido mi país soñado”. Pero los sueños siempre tienen algo de surrealistas. En este caso, la parte surrealista corresponde al  transporte “público”. Sí. “Público”. Entre comillas. Porque aquí el transporte “público” es privado. (No voy a extenderme en esto, vosotros mismos podéis informaros sobre la política de privatizaciones que llevó a cabo la Thatcher allá por los años ochenta y que, por muy inverosímil que parezca, nadie parece dispuesto cambiar.)

Supongo yo que de ese carácter “público” se derivan los otros dos grandes inconvenientes del transporte en este país: el desbarajuste y el precio. Para entenderlo mejor simplemente os voy a contar mi relación con el transporte público en España.

No sé cómo son las cosas en las demás comunidades autónomas pero en la mía son así de fáciles: Vas a Caixa Galicia, Novacaixagalicia, Novagalicia Banco, o como coño se llame ahora, y dices: “Quiero una tarjeta de transporte”, pagas dos euros y te la dan. Como es una tarjeta-monedero, te acercas al cajero específico para recargas y metes el dinero que quieras. ¡Listo! Ahora ya puedes coger todo el transporte urbano que te apetezca (tren o bus, en mi caso) y el descuento en el precio respecto al pago en efectivo es de un 40%, además de no cobrarte los transbordos dentro de la primera media hora. Con esta tarjeta también puedes pagar el transporte interurbano (aunque aquí de momento no hay descuento). Además no es personal así que cualquiera puede usarla aunque no esté a su nombre y si sois un grupo numeroso podéis pasarla varias veces y beneficiaros todos del descuento con una sola tarjeta. En resumen: Una tarjeta para todos los transportes, todas las zonas, todas las personas…

Vamos, ¡lo normal en pleno siglo XXI! Lo que cabría esperar en un país avanzado, ¿no? Pues, por lo que se ve, no. Aquí no.

En primer lugar, como ya he dicho, del transporte “público”, se encargan compañías privadas. En el caso de los buses son tropecientas, y cada una establece su precio. Y el precio del transporte “público” (bus, metro, tranvía o tren) siempre, SIEMPRE, es obsceno. Y sí, cuando digo esto he tenido en cuenta que los salarios aquí son más altos, y aun así es abusivo.

En segundo lugar, la única tarjeta-monedero que existe en Birmingham sólo sirve para el bus. Y por supuesto,  para el bus urbano. Pero no para todos los buses, of course. Solo para algunas de las compañías que la aceptan y en algunos casos no para todas las líneas que cubren. Y los supuestos  descuentos también son distintos según las compañías, pero siempre irrisorios. Si no se acepta la tarjeta en vuestra compañía habitual, como en mi caso y el de la mayoría, puesto que la mayor compañía es National Express que, ¡oh, sorpresa!, no la acepta, tenéis que pagar en efectivo siempre. CON EL IMPORTE JUSTO Y EN MONEDA.  No se aceptan billetes, no se devuelve cambio.

En tercer lugar, sólo quedan los Passes. Lo que nosotros llamaríamos “abonos”. La verdad es que meterse a explicar  lo de los abonos… Miles de posibles combinaciones, cada cual más surrealista... Me siento como Alicia en el País de las Maravillas. En este ámbito nada tiene sentido. Al mirar las distintas opciones te contagias de esa absurdez y acabas con ganas de gritar “¡Feliz no cumpleaños!” o “¡Que le corten la cabeza!”, mientras te cambias de silla corriendo con una taza de té en la mano.  

Por lo que a mí respecta me he dado cuenta de que para este gobierno dejé de ser joven hace casi siete años. Y aún no he cumplido 25. No pasa nada, así me quito de delante el abono Young, y ya de paso el Disabled  y el Older person, que aún me quedan otros 10 tipos por lo menos para considerar. Un sinfín de combinaciones posibles, de zonas, medios de transporte y horas... Y mirándolas me siento caer por la madriguera del conejo blanco… 

Para una zona, un abono. Así que si quieres viajar habitualmente entre dos zonas (Birmingham – Sandwell, por ejemplo) vas jodido,  porque tienes que pagar el abono que vale para todas las zonas, aunque no vayas a pasarte por Coventry en tu puñetera vida.
 
Un medio de transporte. Y si necesitas dos medios de transporte vas jodido también. Porque tienes que cogértelos todos. Eso sí, “todos”,  en este caso no incluye el metro. Sino bus y tren. El metro se paga a mayores. Y para ser una triste línea parece que estés pagando el mantenimiento de todas las líneas del metro de Londres.

Y a todo lo anterior  tienes que unirle el tiempo. No sólo me refiero al período de validez del abono (un día, una semana, un mes o un año) sino también a cuándo viajas. Puedes coger abonos de un período de validez de un año pero que sólo usarás los fines de semana. Los hay que solo valen para entre semana y los hay que solo valen a determinadas horas del día.

Por último, lo peor de todo es que te sientes en la obligación de coger uno por aquello de ahorrar algo, y que sabes que por más vueltas que le des te acabarás equivocando de abono: Por querer ahorrar de más después necesitarás otros viajes que pagar a parte, o por querer tenerlo todo pagarás un pastón para descubrir que has pagado servicios que no usas ni usaras jamás.

Mi consejo: Armaos de paciencia, coged la calculadora y miraos todas las opciones al detalle. Cuando hayáis acotado un poco las opciones pedid consejo a un lugareño. Volved a pensároslo y volved a hacer cálculos, si llegáis a decidiros con total seguridad por una opción ¡Enhorabuena!

Links:

Transporte en Birmingham:

Tarjeta- monedero:

Abonos:


Lamento el tono enfadado y quejicoso de esta entrada, pero a una acérrima defensora del transporte público estas cosas le tocan mucho la moral. Sobre todo porque se me hace muy difícil comprender que a nadie parezca importarle tal situación en un país con cierta dispersión territorial como es UK. 

Escapadas II: Worcester

Una de las actividades que más me gustan en el centro donde trabajo como voluntaria son las excursiones de un día. Creo que el porqué está bastante claro: Conozco un sitio nuevo, sin coste alguno para mí  y durante el horario de trabajo. Vamos, que todo son ventajas.

Esta semana he tenido la oportunidad de conocer Worcester. Una pequeña y encantadora ciudad inglesa. Una típica ciudad inglesa. Pero típica, típica, ¿eh? Cerrad los ojos, visualizad la idea que todos tenemos de “pequeña ciudad inglesa”. Bien. Pues así es Worcester. Más típica que el té de las cinco. Así que, si como yo, sois amantes de todo lo inglés, os encantará esta ciudad.

Realmente merece la pena sólo admirar la panorámica de la ciudad desde el puente que cruza el manso río Severn, lleno de cisnes, con la silueta de la catedral y la aguja de St. Andrew recortadas en el cielo.

Desde Bridge Street, dirección norte, llegamos directamente al centro y por tanto a la zona comercial cuyo núcleo se extiende entre Broad Street y High Street. Grandes cadenas comerciales mezcladas con pequeñas tiendas más pintorescas.

En Saint Nicholas Street, paramos para comer. Un típico pub inglés, de arquitectura estilo Tudor, llamado Courtyard donde sirven buena comida de pub. Buen sitio para un fish and chips bastante aceptable en un ambiente agradable.

Por supuesto, como toda ciudad inglesa que se precie, Worcester tiene su propio “Museum and Art Gallery”. Y como en todos, la entrada es gratuita. No obstante, a no ser que, como yo, te consideres un auténtico entusiasta de los museos, no es muy impresionante. Y de nuevo, como toda ciudad inglesa que se precie, tiene más de un parque por el que pasear.


Si vas a Worcester no dejes de visitar la catedral, pero sobre todo callejea. Porque su ambiente, su arquitectura, realmente merecen la pena.

The Courtyard Pub:

http://www.courtyardworcesterpub.co.uk/

domingo, 29 de septiembre de 2013

A Inglaterra a aprender… ¿inglés?



En el poco tiempo que llevo aquí mi nivel de inglés oído y hablado ha mejorado a pasos agigantados. Esto confirma mi antigua sospecha de que unos meses en el país cuya lengua se pretende aprender son mucho más efectivos que años de Escuela de Idiomas.

En fin, que mi experiencia con el idioma es, dentro de lo que cabe, positiva.

¿A qué me refiero con “dentro de lo que cabe”? Veréis, no he conocido a ningún extranjero por estas tierras que llegase sabiendo el idioma de UK. “Eso es imposible”, diréis. Pues no, porque tanto yo como muchos de esos extranjeros habíamos estudiado inglés a cañón, tenemos el título de la EOI y sacábamos muy buenas notas. Pero llegas aquí y te encuentras con que ni Dios habla inglés. “¿Cómo no van a hablar inglés?”, os preguntaréis. Así es, amigos, he llegado a la conclusión de que sólo caben dos posibilidades: La primera es que nos han mentido y estaban enseñándonos chino en lugar de inglés, y la segunda es que nos han mentido y en UK no se habla inglés, sino chino.

Y es que la sensación de muchos al llegar es que aquí se habla un idioma totalmente diferente al que te has pasado años estudiando. Y no me vengáis con que la culpa es del nivel que tenemos, que es muy bajo y bla, bla, bla… No es cuestión de nivel. Os digo que es simplemente otro idioma.

Así que ahora me río de quien, como yo hace unos meses, está en España viendo documentales y series de la BBC en versión original y sin subtítulos, pensando que es un crack del inglés y que esto es pan comido… ¡Ja,ja,ja!   Sí, ¡Qué bonito es el inglés de la BBC! ¡Y qué fácil! ¡Y qué correcto! ¡Y qué bien se entiende! ¡Y qué nivel tan alto tenemos todos de inglés de la BBC! ¡Ja, ja, ja! Pues que os quede una cosa clara: aquí el inglés de la BBC sólo lo hablan en la BBC… Y quizá en Buckingham Palace.

Esa pronunciación estándar, tan facilita de entender es la llamada received pronunciation o the Queen’s English.  Y no se corresponde para nada con la realidad. Si alguna vez os pensasteis que los acentos de los nativos ingleses eran 4 o 5 (América, Australia, Inglaterra, Irlanda y Escocia), os compadezco. Pobres inocentes. En Birmingham, por ejemplo, tienen un acento, súper cerrado, y a cuatro millas de distancia, en el Black Country, otro, igual de enrevesado, pero distinto. Y todo eso mezclado con múltiples dialectos. Porque aquí en el Black Country tienen un dialecto, y no es que sean especialitos ellos, no. Es que parece que no hay pueblo que se precie que no tenga un dialecto propio que dificulte las cosas, no sólo a extranjeros sino también a nativos de cuatro pueblos más pa’ allá. Por lo que tengo entendido, el más temible de todos ellos es el Geordie, el dialecto de Newcastle. Y que quede claro, son dialectos, no Slang. Eso ya es otra historia.

Así que, como todos los extranjeros, al llegar te pasas un par de días en shock. Después te sacudes el atontamiento de encima y espabilas. No te queda otra. Te dices a ti mismo “keep calm”, y respiras hondo para zambullirte en el nuevo idioma. Sin miedo, que tu no entenderás un carajo, pero ellos entienden sin problemas tu patética imitación de acento de la BBC.

Poco a poco, en un par de meses, te habrás habituado a lo mal que hablan inglés estos ingleses. Sí. No es que lo diga yo, ni todos los extranjeros. Es que entre nativos de distintas zonas también se acusan de la comisión de atrocidades contra su propia lengua. Y es muy frecuente cruzarte con algún inglés que se compadezca de ti por tener que vivir en X zona, donde hablan tan mal y es tan difícil de entender el idioma.


Mi consejo: Afortunados futuros inmigrantes que vais a estableceros en Oxford, Cambridge e incluso Londres, no os preocupéis de nada. El resto, dejad de ver documentales y series de la BBC y poneros a ver reallities ahora mismo. Sí, son un coñazo, pero es la única forma que se me ocurre de que podáis acceder desde vuestras casas a este verdadero inglés. Además, a los ingleses les gustan tanto que los hacen de todo tipo y condición. (Don’t tell the bride, Come dine with me, Geordie shore, The intruder…) 

domingo, 22 de septiembre de 2013

¿Y tú de dónde eres?

Diferencias entre Reino Unido, Gran Bretaña e Inglaterra



Hace un par de días estaba hablando con un nativo y refiriéndome a él dije: “you’re Engl… British.”Así, en medio de la frase decidí cambiar de término. Por nada en especial, simplemente porque “British”, sobre todo para referirse a las personas, me suena mejor que  “English”. Y eso mismo fue lo que respondí cuando mi interlocutor me preguntó el porqué de ese abrupto cambio. Dijo que no tenía importancia. Que aunque él es Scottish, está acostumbrado a que los metan a todos en el mismo saco. Pero lo cierto es que aunque todos los English son British, no todos los British son English

Está confusión de gentilicios deriva a su vez de otra confusión generada por la idea un tanto difusa que tenemos de tres conceptos, que solemos utilizar como sinónimos cuando no lo son: Gran Bretaña, Reino Unido e Inglaterra. Pues vamos a aclararlo, aunque sea a grandes rasgos.


En primer lugar, las Islas Británicas son un archipiélago formado por dos islas mayores y un montón de islas menores.

La mayor de las Islas es Gran Bretaña. Una unidad geográfica. Que veis rodeada de rosa.

Dentro de Gran Bretaña está Inglaterra. Que es tan sólo una parte de la isla. La que aparece rayada en azul. Pero como veis hay otros territorios dentro de la isla distintos  a Inglaterra. Que son Gales, al sur, y Escocia, al norte.

Reino Unido, en color turquesa, está formado por Gran Bretaña, con todas sus regiones, e Irlanda del Norte. Así:

 Gran Bretaña= Inglaterra+ Escocia+ Gales.

Reino Unido= Gran Bretaña + Irlanda del Norte.

El gentilicio que engloba a todos los habitantes de Reino Unido es “British”, “Briton” o “Britisher”. Ahora bien, “English” designa a una persona proveniente de una región concreta dentro de Reino Unido, y por tanto sólo es aplicable una parte de la población de Reino Unido.

Mi consejo: Usad el término genérico y no fallaréis. Vale, puede que si se lo decís a un independentista escocés o irlandés del norte le siente un poco mal, pero peor le sentará que le llaméis “English”, ¿no? 

No es país para fumadores



Pues eso. No lo es. Por ello, cuando me dieron la plaza aquí y me puse a pensar en los preparativos, me dije que uno de ellos debía ser, por fin, dejar de fumar. Porque me lo había propuesto alguna que otra vez y siempre lo había ido posponiendo. Pero ya no había excusa. Sobre todo teniendo en cuenta que mi adicción era más psicológica que física. Que estaba unida a lugares y momentos determinados. Así que irse a otro país es el momento idóneo para aprovechar el cambio y dejar atrás los malos hábitos.

Por supuesto, lo dejé un poco antes de venirme. Aunque no puedo negar que pensé en traerme un par de cajetillas por si estando aquí me entraba un mono impresionante. No lo hice, y la verdad es que no me han hecho falta, pero si llega el día que me hagan falta me arrepentiré y sentiré un profundo dolor en mi cartera. Y es que el precio del tabaco aquí es doloroso.

Cuando mi primo vivía en Londres, hace cosa de unos ocho o diez años, recuerdo que se llevaba un cargamento de tabaco cada vez que iba a España.

Yo tengo una solución más simple…


Mi consejo: Deja el vicio. Motivos de salud a parte, es lo más fácil cuando no quieres o no puedes pagar entorno a 10 euros la cajetilla, o lo que es lo mismo, 50 céntimos el cigarro, o lo que acojona más, ¡100 euros el cartón! Que además es el mismo precio que la multa por tirar una colilla. 

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Ahorrar en Reino Unido



Había prometido esrcibir una entrada específicamente dedicada a algunos truquillos para ahorrar en UK que nos contaron en nuestro On arrival training. Bueno, pues aquí la tenéis.

TRANSPORTE INTERURBANO:

Cada uno tendrá que ver como es  el transporte local en su área. En Birmingham os digo que carísimo y más bien malo. Sin embargo, en cuanto al transporte interurbano no nos quejamos. Es la segunda ciudad de UK y está en el centro del país, así que las comunicaciones son buenas. En cualquier caso, estéis en Birmingham o no, si tenéis que moveros de una ciudad a otra tened en cuenta los siguientes consejos:

  1.  Aquí el transporte terrestre funciona como el aéreo. Cuanto antes lo coges, más barato te sale. Si esperas al último minuto te saldrá carísimo, y si lo coges un mes antes, mucho más barato. No estamos hablando de una diferencia de precio del doble, sino en muchos casos de más del quíntuple.
  2. Si tenéis entre 16-26 años haceos con una CoachCard de National Express. La podéis conseguir on-line en la página de National Express. Vale 10 libras y la amortizaréis muy rápidamente. Supone un descuento de 1/3 en el precio de cada billete de bus de esa compañía, la más grande de UK.
  3. También podéis haceros con una Railcard. El descuento es el mismo, pero el precio es de 30 libras. Yo no la tengo, básicamente porque el tren en UK no ahorra mucho tiempo respecto del bus y sospecho que aún con el descuento seguiría siendo  más cara que el bus.
  4. Si a vosotros os viene bien el tren, además de la RailCard, podéis comprar vuestros billetes de tren más baratos en TheTrainLine.com.
  5. Cuando el viaje requiere varias escalas y lo vais a reservar con tiempo puede resultaros más barato comprar cada billete por separado y con distintas compañías. Sino probablemente os valdrá la pena cogerlo todo junto.
  6.  Existen principalmente dos compañías de bus: Megabus y National Express. La primera puede no resultaros muy útil si vivís algo aislados, pero si vivís en un núcleo urbano importante tened en cuenta que es mucho más barata que National Express. Aún así sus destinos y horarios son un poco limitados. La segunda llega a todas partes del país y con gran cantidad de horarios. Es un poco más cara que Megabus pero con la Coach Card y algo de antelación podéis conseguir buenos precios.
  7.  También podéis alquilar un coche. Si sois cuatro o cinco os saldrá más barato que el bus. En torno a unas 15 libras por persona. Generalmente el precio de un fin de semana (viernes-domingo) es de 60 libras. Unos precios bastante interesantes para quien se atreva a conducir por la izquierda. La compañía más barata es Enterprise.com.
  8. Y si os atrae la idea de compartir coche y costes de desplazamiento con desconocidos podéis visitar Carpooling.co.uk
  9.  Cuando cojáis vuestros billetes de avión echad un vistazo a la sección de viajes de MoneySavingExperts.com.

SUPERMERCADOS:

Si os pregunto cuál es el súper más barato en España seguramente responderéis: ‘Pues depende de para qué cosas…’ Y empezaréis una lista de secciones con su correspondiente súper. Aquí todo el mundo parece tener las cosas bastante claras y eso me ha puesto muy fácil haceros este ranking:



Además tenéis Poundlands y 99p  Shops en cada esquina. Pero ya sabéis: cuidado. Una libra supone una ganga para una pizza, pero no para un paquete de Klinex. De modo que mucho ojo, que lo que no cobran de un lado lo sacan de otro.

 COMPRAS:

La revolución Primark se ha extendido por toda Europa como la pólvora y UK no iba a ser menos. Están por todas partes. Como supongo que ya conocéis esta tienda, paso a hablaros de TKMaxx. Un verdadero Outlet. Y digo ‘verdadero’ porque los que he conocido en España siempre me han decepcionado con ropa del año de la polka y a precios bastante altos. Pero aquí no. La ropa es buena, de la temporada pasada y con grandes descuentos. Eso sí, id con tiempo porque es un poco mercadillo y hay mucho que revolver.

Muy importantes son las Charity Shops. Son tiendas de segunda mano adheridas a alguna ONG, de modo que lo recaudado se destina a una buena causa y vosotros podéis haceros con un montón de cosas a muy buen precio, especialmente películas y libros.

Por otra parte a los ingleses les encanta comprar por internet, así que estad atentos porque hacen promociones cada cierto tiempo que implican grandes descuentos y envíos gratuitos.

COSAS GRATIS:

En FreeCycle.org podéis encontrar un montón de cosas que sus dueños ya no quieren y deciden regalarlas. La única condición es que vayáis vosotros mismos a buscarlas o que os hagáis cargo de los portes.

En Gumtree.com y Craiglist.co.uk  podéis anunciaros gratuitamente y encontrar alguna que otra ganga.

En Wwitv.com podéis ver una infinidad de canales de TV internacionales en directo.

En SeeFilmFirst.com podéis registraros para conseguir entradas de cine gratuitas o pases para premieres a precios irrisorios.

Por último, aunque antes sólo lo mencioné respecto de viajes, podéis registraros en MoneySavingExpert.com. Os avisarán de cualquier ganga o promoción, obtendréis vales descuento, etc.

¡Espero que todo esto ayude a vuestra economía!




Escapadas I: Cardiff

El pasado sábado fui con dos de mis compañeras de proyecto a Cardiff. Una pequeña escapada de un día. Sinceramente, no se necesita mucho más para ver la ciudad, pues no es muy grande. Pero a mí me gustó. Y estando allí sentí, por  primera vez en este mes y medio, eso que aquí llaman homesickness, como una heridita, un pinchacito, un pellizquito en el corazón. Porque Cardiff es una ciudad costera modesta, de una región modesta, con un modesto idioma propio…  y muchas otras cosas que me recuerdan a mi tierra.

Pero Cardiff es también la capital de Gales, y eso normalmente quiere decir que, como toda capital, por modesta que sea, siempre albergará algunas cuantas cosas dignas de mención.

Mis recomendaciones son:

The Cardiff National Museum: Una agradabilísima sorpresa y, como todo museo público en Inglaterra, es gratuito. Consta de dos partes diferenciadas: Una importante colección de arte y una no tan trabajada sección de naturaleza. En cuanto al arte sólo os diré que podéis encontrar obras de Picasso, Van Gogh, Rosetti, Millais… Y no sólo obras secundarias. Aquí podréis ver los Nenúfares de Monet o La Parisina de Renoir y una de tantas copias de la famosa escultura de Rodin, El Beso.

El Castillo de Cardiff: El dinero del que disponemos los voluntarios no nos permite hacer todo cuanto quisiéramos, y aunque los museos públicos son gratuitos, en los que no son públicos cobran a base de bien. Creo recordar que en el caso del castillo el precio estándar de entrada era unas 11 libras. Pero no os preocupéis porque, pese a estar rodeado por altas y espesas murallas, atravesarlas  y admirar su arquitectura exterior es gratis. Y si tenéis un amigo residente en Cardiff este puede solicitar su tarjeta de residente y con ella, él y sus acompañantes entrarán gratuitamente.

La Bahía de Cardiff: Aquí fue donde sentí ese tironcito en el alma. Sería el olor a salitre o el viento marinero. No lo sé. Lo cierto es que tuvimos la suerte de que fuese un día soleado y pudimos pasear por ella de una punta a otra. Aquí podréis ver la iglesia noruega, un carrusel antiguo y el Pierhead Building. También podéis dar un paseo en barca desde 3 libras, y lo que más nos gusta a los españoles… ¡Tomar algo en una terracita! Caminando desde la bahía hacia el centro por Lloyd George Avenue encontraréis el Millenium Centre.

Y para quienes prefieren las compras y callejear les recomiendo un paseo entre The Hayes y St. Mary Street, donde podrán encontrar unas cuantas galerías victorianas con un cierto encanto al estilo Covent Garden.

     

lunes, 16 de septiembre de 2013

On arrival training o formación a la llegada

Como ya os he contado, un tiempo después de vuestra llegada al país de acogida os llegará el momento de hacer vuestro On arrival training. Esto implica que tendréis que pasar unos días en una ciudad del país en el que estéis haciendo el voluntariado junto con tooodos los demás voluntarios europeos que hayan llegado entorno a la misma fecha que vosotros. No os  preocupéis porque de nuevo los costes de vuestro alojamiento, desplazamiento y manutención están cubiertos. Y ahora, como siempre, os hablaré de mi experiencia pasito a pasito para que sepáis lo que podéis esperar de este aprendizaje.


Lugar y fecha de mi On arrival training: Bradford, 10-13 de Septiembre de 2013.



On arrival training: Dias 3 y 4

DIA 3

English Breakfast y Meeting Room a la misma hora que el día anterior.

Actividades de la mañana:
1 .       Juego: Nos ponemos en círculo y  Bob nos da una pelota de tenis. Tenemos que recordar quién nos la pasa y a quien se la pasamos.  Debemos repetir siempre ese patrón, pero entonces Bob introduce más pelotas. Confusión. Risas. Buena forma de empezar el día.

2 .       Información sobre Inglaterra: Bob nos da una pequeña charla sobre la historia, la bandera de Inglaterra, sitios curiosos que visitar, turismo, dialectos y acentos.

Actividad por la tarde: Tenemos la tarde libre y seguimos las recomendaciones de Bob. Visitamos el National Media Museum de Bradford y después cogemos un tren a Leeds.

Volvemos al hotel para la cena. Es nuestra última noche, así que después vamos a tomar algo a un pub. A la vuelta vamos a la Meeting Room y otra vez jugamos a Werewolf. Nos vamos a cama muuuuy tarde.

DIA 4

English Breakfast y Meeting Room como siempre. 

Cunde el desánimo entre los asistentes. Después de esta mañana no habrá más cenas de hotel, ni actividades divertidas, ni más Werewolf, ni ir de pubs  juntos hasta dentro de seis meses, y eso para quienes tenemos un proyecto de un año… a otros no volveremos a verlos.

El tema de la mañana es ‘Living Cheaply in the UK’. Es tanta información útil y tan larga que me la reservo para una entrada a parte.

Cuando acabamos, Bob organiza una ‘Tea Party’ para que podamos probar algunas cosas típicas de UK: Chesire cheese, dandelion and burdock drink, Inr- Bru, pork pie, marmite, Battenberg cake, scones

Jugamos una última ronda de Werewolf. Poco a poco nos vamos despidiendo y cada uno sigue su camino.